El director de orquesta y profesor Armando Sánchez Málaga, ha elaborado, cual una sinfonía, el tratado que la música clásica en el Perú necesitaba, en su condición de arte y materia de iniciados, conjugando la historia y la anécdota, la biografía y la cátedra. Por si fuera poco, con espléndidas ilustraciones que esclarecen y amenizan una lectura ya bastante atractiva. El libro rescata, en una línea de tiempo, el capítulo musical que floreció en las catedrales de Cuzco y Lima durante los siglos XVII y XVIII. Nos informa de la existencia de una orquesta de gran envergadura y que, primero, el canto llano y, luego, el canto coral encontraron allí su apogeo. Escenario de grandes estrenos, incluso en el siglo XX, hoy la Catedral conserva 167 partituras de sus músicos de capilla que dan cuenta de su nutrida actividad.